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lunes, 28 de abril de 2014

Excelent anàlisis de la situació del valencianisme en Las Provincias

  • El objetivo de la coalición es lograr concejales en las municipales, presentarse a las autonómicas de 2015 y en cinco años obtener escaños en Les Corts.
  • La plataforma heredera de UV asume que el desgaste del PPCV beneficia a UPyD y VOX.

Las grietas que han aparecido en el PPCV debido a la crisis económica y de gestión y a sus problemas judiciales -tiene nueve procesos en instrucción o pendientes de que se fije la vista oral en los que están implicados antiguos cargos orgánicos o de gobierno- se han puesto en evidencia desde hace más de un año en diferentes consultas demoscópicas y muchos de los dirigentes populares son conscientes de que van a pagarlo en las urnas.

Pero además de lidiar con los problemas económicos y judiciales, los populares de la Comunitat acarrean un tercer conflicto: se habían erigido en los defensores del valencianismo. Pero al valencianismo político ya no le basta con que los líderes del PP se envuelvan en la Senyera o realicen declaraciones defendiendo que la lengua propia de la Comunitat es el valenciano, se queden exclusivamente en la denominación y no entren ni en el contenido ni en la normativa.

El sentimiento del valencianismo político, en general, es el de sentirse traicionado por quienes fagocitaron al único partido valencianista, Unio Valenciana, desde 1999 hasta la actualidad, y crearan y blindaran la Acadèmia Valenciana de la Llengua que siempre ha defendido la unidad lingüística con Cataluña y definió en febrero pasado la lengua valenciana como catalán en su Diccionari normatiu.

Esa nueva grieta que ha ocasionado la Acadèmia en los cimientos de la sede del PPCV en la calle Quart hace tres meses se alimenta también de la política lingüística de seguidismo que los diferentes gobiernos populares en la Generalitat -los de Zaplana, Olivas, Camps y Fabra- han efectuado al interiorizar las decisiones que marcó el PSPV de Joan Lerma como jefe del Consell y Ciprià Ciscar como conseller de Educación al desterrar las normas del Puig (con las que se redactó el Estatuto de autonomía) y aplicar las de Castellón, cercanas a las del Institut d'Estudis Catalans.

El acercamiento del presidente Fabra a Artur Mas, con quien pactó hace un año la reciprocidad de las emisiones televisivas para permitir que TV3 se viera en la Comunitat, fue otra de las gotas que ayudó a llenar el vaso de la insatisfacción del valencianismo con el PPCV.

Bien es cierto que la beligerancia ha estado soterrada más de 10 años quizá por el shock que ocasionó la muerte cerebral de Unio Valenciana, que llenó las filas del PP de dirigentes durante la primera década de este siglo y hoy siguen siendo diputados en el Congreso o en Les Corts, senadores o concejales en el Ayuntamiento de Valencia, aunque en privado se quejen de la política del PP en materia identitaria.

Tras las elecciones de 2011 y el relevo en la presidencia de la Generalitat -el valenciano Camps cedió paso al castellonense Fabra- se produjo un resurgir de entidades valencianistas, como Círculo Cívico, Junts Front l'AVL, el mismo GAV, El Piló o Renaixença Valencianista, entre otros, que han declarado la guerra a la gestión lingüística del PP.

Junto a este movimiento social que se ha expandido por las redes sociales y boca a boca, se han mantenido en un plano menos beligerante, aunque firme la entidad decana del valencianismo cultural, Lo Rat Penat, y la Real Acadèmia de Cultura Valenciana, defensora de las normas del Puig, que poco tienen que ver con las del Institut d'Estudis Catalans. Tras estas entidades, y de la mano de una nueva generación, han surgido nuevos partidos valencianistas, herederos, más o menos, de la Unio Valenciana de Vicente González Lizondo: Accio Nacionalista Valenciana, Renovacio Politica y Unio. Junto a ellos está Poble, en fase de construcción.

Estas formaciones se muestran dispuestas a organizarse en busca de un espacio político que en 1991 llegó a conseguir 208.000 votos, aunque saben que es muy difícil llegar a esa cifra de forma inmediata y más aún si la aventura es en solitario. La asistencia a la concentración contra la AVL del pasado 22 de febrero frente al Palau de la Generalitat les acabó de abrir los ojos: Accio Nacionalista, Renovacio Politica y Unio interiorizaron la necesidad de unir esfuerzos. A finales de marzo llegaron a un acuerdo para presentarse coaligados a las elecciones del 25 de mayo. «Sabemos que es un ensayo para coger experiencia de cara a 2015, que es más que imposible lograr representación ahora en las europeas y casi también en las autonómicas», reconoció uno de los dirigentes de la plataforma que concurre bajo el nombre de Proyecte Europa junto a una formación aragonesa y otra andaluza.

El objetivo de estos tres partidos es sumar a Poble, la más joven de estas organizaciones, poner en marcha esta iniciativa a medio y largo plazo y hacerse sentir en las autonómicas de 2019. Para 2015 se plantean obtener representación municipal y sumar a la plataforma partidos locales de las tres provincias.

Fuera de este grupo se queda Units per València, de Carles Chovi. Lo excluyen porque acató la AVL y se acercó a Compromís.

Obtener presencia en Les Corts en 2015 saben que está difícil, aunque los hay optimistas. «El PP tiene un 20 o 25% de voto prestado que es valencianista, aunque para alcanzarlo tenemos que hacer mucha pedagogía en la sociedad valenciana», reconoció un viejo león de UV que trabaja en la trastienda del proyecto.

Las encuestas en las que se observa el desgaste del PP -una caída de casi 20 puntos- dan una entrada holgada en Les Corts a UPyD y posiblemente VOX también hurgue en las grietas de la calle Quart.

«Este es el momento de iniciar el proyecto. Hace falta porque el PP no defiende de verdad el valencianismo, hace lo que le dicen en Madrid», indicó otro de los integrantes de la plataforma. «Hay que impedir que volvamos a ser moneda de cambio entre el Gobierno y el independentismo catalán. Ya lo fuimos entre Aznar y Pujol, y el resultado fue que Zaplana creó la Acadèmia Valenciana de la Llengua que defiende la catalanidad del valenciano».

Otra cuestión será el apoyo de la burguesía valenciana, secularmente ocupada en mirar hacia poniente, que deja el valencianismo para la religión, la fiesta, el folclore y el fútbol.


Des de CCV felicitem la capacitat analitica del redactor d´esta noticia, Francesc Ricós, en la qual capta perfectament l´ambient que estem vivint en estos moments en el valencianisme polític i cultural.

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