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jueves, 23 de mayo de 2013

Escalada de violencia catalanista en la Comunitat Valenciana

Semana complicada para el valencianismo y la democracia en la Comunitat Valenciana. En el transcurso de los últimos días, una escalada de violencia fascista catalanista asola a sedes de entidades valencianistas y partidos políticos.

La prohibición del uso del término antivalenciano "país valencià" en escritos oficiales aprobada la semana pasada en Les Corts a propuesta del Grupo Parlamentario Popular, y defendida por el síndico Rafael Maluenda, ha herido el orgullo del catalanismo más rancio y trasnochado de la izquierda valenciana, por definición catalanista y enrocada en posiciones de subordinación y sumisión al imperialismo catalán desde tiempos inmemoriales. 

Las consecuencias no se han hecho esperar, y no solo se han limitado a campañas de reivindicación de la denominación de "país valencià" en redes sociales y medios de comunicación afines al movimiento pancatalanista que anida en la sociedad valenciana bajo el auspicio de todo un entramado de entidades políticas, asociativas, sindicales y editoriales, al igual que ocurre en Cataluña, las Islas Baleares y Aragón.

La noche del lunes 20 al martes 21 de mayo, la sede del Partido Popular de Moncada fue atacada con pintadas de esteladas independentistas catalanas y frases que rezaban "som i serem país valencià". 



Si esto no era suficiente, la noche del martes 21 al miércoles 22 de mayo fue especialmente "divertida" para los cachorros del pancatalanismo: la fachada de la sede de la entidad valencianista "El Piló" de Burjassot amanecía adornada a base de huevos de pintura blanca y una inscripción en azul que rezaba "GAV", en clara estrategia de confusión para desviar la atención hacia la entidad valencianista Grup d´Acció Valencianista. Máxime cuando El Piló de Burjassot es una entidad nacida del seno de la supuesta entidad agresora: un sinsentido en toda regla.



La misma noche, el pancatalanismo más montaraz y alevoso, atacó la sede local del Partido Popular de Castellón, lanzando dentro de sus instalaciones ácido corrosivo y material explosivo, al más puro estilo "kale borroka", con el peligro de incendio que ello conlleva y la posibilidad de haber provocado desgracias personales y humanas. En la fachada de esta sede popular también, como no, apareció pintada la consigna catalanista "som país valencià". 



Lo que está ocurriendo estos días en la Comunitat Valenciana, a nuestro entender, son las consecuencias de 30 años de catalanismo infiltrado en las instituciones educativas y culturales valencianas, de los complejos del Partido Popular a la hora de atajar este problema, del adoctrinamiento escolar y de la formación de cantera catalanista que se ha tolerado en el sistema educativo y universitario desde la época del gobierno autonómico del PSPV, y de la actitud radical y colaboracionista con las actividades endogámicas y excluyentes del pancatalanismo de ciertos alcaldes y ayuntamientos, siendo los casos más llamativos los de Burjassot, Alcoy o Pedreguer.

Desde Círculo Cívico Valenciano exigimos al Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV) la promulgación de una Ley de Defensa de las Señas de Identidad valencianas que ponga fin definitivo a las agresiones, tanto físicas como intelectuales, que se llevan realizando por el pancatalanismo desde hace más de 30 años en la Comunitat Valenciana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ai mira, si censureu els comentaris i tot!

Salut!

Javi dijo...

¿Qué esperes, Anònim? Que deixen els vostres insults gratuïts en la web per a embrutar-la?

 
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